Nuestros primeros años de vida marcan profundamente los temas que encontraremos en nuestras relaciones en la vida adulta. Las heridas de nuestra infancia se manifiestan una y otra vez en nuestro día a día, recordándonos que hay algo que teneos que sanar. La maravilla de esto es que una vez que logramos sanar estos temas, nuestra vida se transforma, pues nuestra realidad ya no nos refleja nuestra heridas sino los regalos que hemos encontrado al sanarlas. En esta clase exploraremos como comenzar el camino para poder hacer esto.